Design thinking: Pensamiento de diseño en los RRHH

Quizás sea arriesgado afirmar que vivimos «en la era del diseño» pero sí es innegable que el diseño trasciende las esferas tradicionales a las que se lo ha asociado históricamente, para dominar muchos aspectos de nuestra vida, no necesariamente ligados a la creatividad.

Todos los productos y servicios de los que disfrutamos, además de ciertos comportamientos que adoptamos como consumidores y usuarios están condicionados por el diseño y por su forma de entender el mundo. Por eso el Design Thinking o pensamiento de diseño ha trascendido su campo de acción y ha llamado la atención de organizaciones, especialistas y técnicos interesados en la optimización de procesos y la resolución de problemas. El design thinking en recursos humanos y su implementación en un software de RRHH es una perspectiva interesante digna de explorar.

Se trata de una metodología de trabajo y de resolución de problemas aplicada tradicionalmente por diseñadores y creativos. ¿Qué elementos lo diferencian?

• Se centra en las personas y sus necesidades, es decir, es antropocéntrica aunque requiera del modelado de un «usuario tipo».
• Se apoya y busca la empatía con esas personas y se enfoca también en la empatía, como emisora.
• Busca solucionar problemas apoyándose en acciones concretas.
• Requiere una definición clara de los problemas, carencias o necesidades concretas para aplicar soluciones ad hoc en cada caso.
• Utiliza como motor las ideas abstractas, la innovación, la creatividad y el pensamiento disruptivo a al hora de aplicarlas con todas las herramientas al alcance, por muy descabelladas que puedan parecer inicialmente.

Dado que el principal objetivo de la metodología design thinking son los procesos y la resolución de problemas de manera efectiva, no es extraño que muchas organizaciones estén interesadas cada vez más en cómo aplicar el design thinking en una empresa y, concretamente, en cómo implementar las fases que lo componen:

• Empatizar y conocer las necesidades
• Definir el problema
• Idear soluciones
• Prototipar para validar la solución elegida
• Testear a partir de dinámicas de ensayo-error

Totalmente. De hecho, la aplicación del design thinking en las empresas aporta valor precisamente porque atiende a procesos complejos y a la forma de afrontarlos con efectividad y rapidez. Por otro lado, el área de los recursos humanos en las organizaciones debe poner el foco en uno de los elementos clave de toda esta metodología: las personas.

Por eso, el software de RRHH se alinea con las herramientas design thinking. Parte de la base del talento de las organizaciones y la manera de identificarlo, seleccionarlo y potenciarlo. También otorga un grado de control limitado pero esencial a las personas interesadas en elementos clave del proceso de producción que les atañen: vacaciones y bajas temporales, fichas de empleado, nóminas, retenciones e impuestos individualizados, etc.

Optar por soluciones automatizadas para la gestión de los RRHH permite, al igual que el design thinking, identificar en tiempo real —en caso de que se produzcan— problemas o «fricciones», para poder actuar de manera inmediata sobre ellos, una «filosofía de la acción» que también comparte con el pensamiento de diseño, del mismo modo que ocurre con la innovación, la especificidad, la flexibilidad y el posicionamiento out of the box para afrontar procesos.