Principales indicadores de un cuadro de mando integral

La gestión empresarial apropiada requiere, por encima de cualquier otra cosa tomar las decisiones correctas. Tanto a nivel estratégico como a nivel táctico. Para ello es crucial contar con un cuadro de mando integral que permita obtener una visión general del estado de la organización, en tiempo real y con la información actualizada. Este tipo de herramienta será tanto más útil cuanto más ajustados y apropiados sean los distintos indicadores de procesos internos del cuadro de mando integral. En este sentido lo más apropiado es contar con:

• Indicadores financieros
• Indicadores de recursos humanos
• Indicadores de gestión de proyectos
• Indicadores de fabricación
• Indicadores de distribución

Este tipo de insights ofrecen una visión directa de todas las cifras importantes en cuanto a flujo de caja, liquidez, facturación y beneficios, tanto brutos como netos. Lo que permite visualizar en el cuadro de mando integral todos los pagos y créditos pendientes, las cuentas de pérdidas y ganancias. Además, ofrece datos fiables y detallados de cada transacción de los balances de los distintos departamentos.

Un elemento destacado de un cuadro de mando integral sujeto a los criterios de una business intelligence estándar es aquel que permite el trabajo sobre escenarios hipotéticos. En función de las variables que se proporcionen, el sistema calcula un número de posibles escenarios. Esto posibilita dividir y clasificar los datos de muchas maneras, para facilitar en el proceso de toma de decisiones.

Una gestión centralizada del personal proporciona datos cruciales provenientes del departamento de recursos humanos. Implementar un cuadro de mando con KPIs apropiados proporciona información relevante a la hora de diseñar estrategias y establecer objetivos que atañen directamente al capital humano disponible.

Desde las incorporaciones y las salidas de la plantilla hasta un seguimiento del impacto que las ausencias provocan en los diferentes departamentos, segmentando la información al detalle. A través de un cuadro de mando integral pueden monitorizarse las relaciones de la empresa con los trabajadores autónomos y también vigilar el equilibrio entre personal fijo y el eventual. Esto dota a la organización de un margen de maniobra mucho mayor, a la hora de gestionar el talento de manera eficiente.

En aquellos casos en los que se requiere una gestión de materia prima, estocaje y distribución, un cuadro de mando integral puede suponer una diferencia cualitativa importante. Los datos relativos a los costes de producción, la pérdida de materiales y los plazos de fabricación pueden estar actualizados y a mano, en un cuadro de mando integral. Esta información se puede analizar para cada artículo fabricado, etapa del proceso o tipo de coste, de manera individualizada y personalizable.

La business intelligence del cuadro de mando integral también proporciona valiosísimos datos esenciales para controlar el stock y las órdenes de venta y de compra. Permite supervisar y predecir resultados logísticos con indicadores como el índice de facturación – que relaciona las variables de tiempo y valor en stock – por ejemplo. Una gestión a través de un cuadro de mando integral permite mejorar previsiones y sanear presupuestos, además de identificar oportunidades de negocio.

Además de los expuestos, todo cuadro de mandos integral enfocado al análisis y la mejora del rendimiento global de la organización debe permitir controlar de cerca con información en tiempo real de las facturas de compra, estado de la relación con los acreedores o solicitudes de aprobación de presupuestos, en función de los responsables de los proyectos.

A pesar de que puedan ganar en volumen y complejidad con el crecimiento de la organización, los proyectos también pueden favorecerse de una gestión centralizada permitiendo tener una visión integral de todos ellos, controlando los costes, los plazos de entrega y las horas trabajadas en cada uno de ellos.